El almacenamiento de energía en arena, va en la línea de la energía limpia, que se va imponiendo con fuerza, ya que los acuerdos energéticos nos llevan a fechas cada vez más cercanas, el tiempo pasa muy rápido, y la implantación de nuevas tecnologías lleva mucho tiempo e implica inversiones enormes.
De ahí que los métodos de almacenamiento de energía limpios supongan una solución capital para poder alcanzar esas metas.
Y una empresa finlandesa, Polar Night Energy, ha optado por una novedosa alternativa a través de la arena, utilizándose como medio de almacenamiento de calor estacional de alta temperatura.
Lo que esta empresa hace es básicamente convertir electricidad en calor y almacenarla para su posterior uso.
Utilizando la arena como medio de almacenamiento, aseguran su funcionamiento, y mantienen un equilibrio natural , ya que la arena es un material muy abundante y barato, amén de que la empresa asegura que puede calentarse hasta más de mil grados, con períodos de almacenamiento de meses y pérdidas de calor mínimas.
Cuadro de características del sistema, que la empresa denomina:
Números Mágicos de nuestro Almacenamiento Energético
- Temperatura: hasta mil grados centígrados.
- Potencia nominal: hasta los 100 MW.
- Capacidad : hasta los 20 GWh.
- Eficiencia: hasta el 99%.
- Ciclo de almacenamiento: de horas a meses.
- Ciclo de vida: décadas.
- Coste de la inversión: menos de 10 Euros por kWh de capacidad de almacenamiento.
- Seguridad: ausencia de materiales venenosos o peligrosos, con mínimas emisiones.
- Costes de mantenimiento: mínimos, al no existir consumibles y estar el sistema totalmente automatizado.
En definitiva, es un sistema de almacenamiento de calor como el de una batería, pero sin los efectos nocivos de la batería.
Para producir una batería se necesitan litio, níquel, manganeso y cobalto, pero la arena no necesita de ningún componente, ya que es un material que se encuentra en la naturaleza tal cual, y no necesita ningún proceso de extracción ni de fabricación de componentes.