Crisis Energética en Europa versus Crisis Ucraniana (II)

Crisis Energética en Europa versus Crisis Ucraniana

Seguimos con el articulo de Crisis Energética en Europa.

La anexión de la península de Crimea fue un hecho inédito en el último  siglo, que no tuvo la respuesta adecuada en su momento por parte de Occidente, y ahora ya es tarde. Rusia se ha envalentonado por aquélla falta de acción, y ahora la situación no tiene vuelta atrás. 

No hay más que ver la dimisión del Ministro de Marina  alemán, por decir que Crimea jamás volverá a Ucrania.

La crisis de Crimea viene ya del siglo pasado, de los tiempos de Stalin, pero después de la desintegración del URSS, Ucrania, al contario que Bielorrusia, se ha enfrentado con Rusia por diversos motivos:

  •  Crimea y su base de Sebastopol, que Ucrania quería recuperar y “nacionalizar”, no estando dispuesta a renovar su cesión/alquiler a Rusia de la importantísima base naval, sede de  la Flota Rusa del Mar Negro, vital para Putin. 
  • Los diversos gasoductos rusos que pasaban por suelo ucraniano, y que estaban creando muchísimos problemas entre ambos, por el impago de éstos últimos.
  • Los dos departamentos al este de Ucrania con mayorías demográficas rusas, con guerrillas pro-rusas promovidas, armadas y apoyadas por Moscú, que siguen manteniendo una guerra larvada contra Kiev. Un problema que sigue sin decantarse ni resolverse, y que Putin pretende solucionar de momento con la entrega masiva de pasaportes rusos en esas dos zonas.
  • La aspiración de Kiev de integrarse en la OTAN, movimiento que el Kremlin quiere evitar a toda costa, y contra el que opondrá todas sus fuerzas y sus armas, y el gasoducto será la primera.

 

Y si a ello añadimos el acercamiento de Suecia y Finlandia a la OTAN estos últimos años, lo que podría hacer plausible su incorporación a la misma en un futuro no muy lejano, el cóctel explosivo está ya servido. 

Rusia no va a aceptar de ninguna manera un mar Báltico de la OTAN, con solo dos ubicaciones rusas en la zona, el golfo de San Petersburgo y el enclave de Kaliningrado, dos puntos geo estratégicamente, claves para Moscú, que quedarían así aislados. Inaceptable.

 

Recapitulando, mi visión personal es que el escenario del binomio Ucrania-gasoducto está muy mal, y con visos de ir a peor, y si lo inimaginable ocurriese, parafrasear a Lenin: “Los capitalistas nos venderán  la soga con la cual les ahorcaremos”.  Un aserto visionario que ni pintiparado para la situación actual.

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