La crisis energética en Europa actual, versus crisis ucraniana: la previsible crisis energética actual, tiene y tendrá mucho que ver con la susodicha crisis Ucrania – Rusia.
Cuando Alemania decidió finiquitar su programa nuclear – debido a la pujante fuerza de sus partidos ecologistas – cometió el mayor error geoestratégico y económico de su historia reciente post-unificación. Un error histórico de bulto que tendrá consecuencias catastróficas a todos los niveles: dependencia energética, económicas, ya que afectará a sus exportaciones e importaciones con Rusia, y geoestratégicas a nivel global, ya que por ósmosis nos afectará a todos los miembros de la UE y por ende de la OTAN, porque la mayoría de las naciones europeas pertenecen a ambas organizaciones, y una de ellas es históricamente antagónica a Rusia, con todo lo que ello implica.
Alemania renunció a una baza energética crítica, pasando a depender de su propio carbón, del petróleo árabe, y del gas ruso, tres opciones no muy ecológicas, y económica y geopolíticamente muy comprometidas, por no decir suicidas, que nos van a arrastrar a muchos países europeos a una situación límite.
El gap creado por la desaparición de la energía nuclear alemana no va a poder ser compensado ni a corto ni a medio plazo por las energías solar, eólica y mareomotriz, y en el ínterin, que serán bastantes años, Alemania y por ende toda Europa, habrán de depender de los gaseoductos rusos, y en nuestro caso de los argelinos, uno de los cuales fue cortado por Marruecos, y el otro con cortes de suministro constantes.
Es por todo esto que el fantasma del apagón general, tan cacareado estos últimos meses por los medios, puede convertirse en una horrenda realidad de consecuencias imprevisibles, si siguiese subiendo la escalada de la crisis ucraniana.
Rusia tiene la llave del bienestar europeo, y es muy consciente de ello. Si cortan el suministro de gas a Alemania y otros países europeos, la situación sería insostenible.
Con esa espada de Damocles sobre nuestras cabezas, las posibilidades de que Rusia saque pecho y mueva pieza en Ucrania son mucho más plausibles, y sus efectos nefastos los pagaría Europa, no EEUU, ojo.