El CRM acopia y gestiona información de clientes actuales y potenciales, junto con sus actividades y lugares de contacto con las empresas, como correos electrónicos, llamadas, visitas etc.
La plataforma CRM es mucho más que una lista de contactos más o menos trabajada, unifica e integra datos clave para preparar a sus equipos de actuación con una información globalizada e integral de sus clientes, incluidas las preferencias de compras.
Acciones de una plataforma CRM 10:
- Indaga de forma proactiva, y gestiona los datos de los clientes.
- Interconecta a todo el equipo humano en cualquier dispositivo del ecosistema interno del grupo.
- Registra, filtra y gestiona de una forma inteligente la actividad de tu negocio con tus clientes.
- Facilita actividades reiterativas para poder crear una sinergia de leads más práctica.
- Ofrece sugerencias y percepciones en tiempo real.
- Ofrece una modularidad y escalabilidad adaptadas al crecimiento de cada empresa.
- Mide la actividad en tiempo real de los miembros de tu equipo.
- Controla presupuestos, cierres, liquidaciones, albaranes y facturas del mes antes de que pase.
- Conoce el potencial de tu negocio por segmento de clientes, actividad, zonas, producto…
- Tareas y recordatorios para fidelizar mejor y generar más negocio, mantenimientos, renovaciones…
Está muy bien la aplicación de las últimas tecnologías para el conocimiento profundo del cliente, de sus perfiles de consumo y de actuación.
Pero esa es solo la parte digamos mecánica, material y tecnológica de la ecuación. Falta la otra parte de la misma, el factor humano, conocer los matices y especificidades psicológicos de los clientes, y esos datos vitales no vienen dados por perfiles de compra y patrones estadísticos de necesidades actuales y futuras.
Por mucho que apliquemos las tecnologías más vanguardistas a nuestras plataformas de análisis de clientes, hemos de tener siempre in mente que el ser humano no es un ser lógico, sino psicológico, y ese punto anímico, íntimo, muy personal y mental solo puede conocerse con el trato bis a bis, el trato personal cara a cara.
Pero por desgracia, la pandemia y sus consecuentes crisis de relaciones sociales y económicas, están haciendo que el trato personal esté casi desapareciendo a todos los niveles por razones obvias y no tan obvias.
Y el ejemplo de la banca citado anteriormente es buena prueba de ello.