La ministra Ribera ha adelantado que España no financiará nuevas nucleares ni plantas de gas, aunque la UE las considere verdes.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha declarado que nuestro país no financiará nuevas centrales nucleares ni nuevas infraestructuras de gas aunque ambas energías se consideren ‘verdes’ en la regulación europea, tras la decisión de la Comisión.
En una entrevista en Radio 4 y La 2, recogida por Europa Press, Ribera ha tildado de error mezclar, bajo una misma etiqueta, energías que pueden contribuir a la descarbonización – como la nuclear y el gas – con aquellas que son «netamente favorecedoras de la descarbonización sin riesgos».
Ribera ha dicho que la intención del Gobierno es mantener «un estándar más elevado», y ha anunciado que estudia si presentar un recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra la decisión de la Comisión, adoptada en contra del criterio del Consejo.
«Requiere de un análisis jurídico. Políticamente lo tenemos perfectamente claro, y desde el punto de vista del entendimiento, de las señales que se dan, creemos que es un error», ha añadido la ministra.
De acuerdo con las previsiones del Ministerio, en 2030 casi tres cuartas partes de la electricidad debería ser de origen renovable; en 2040, debería serlo el total de la electricidad, y en 2050 el total de la energía.
Sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia, ha destacado el esfuerzo diplomático de las potencias europeas para desescalar la tensión y defender que Ucrania es un país soberano cuyas fronteras hay que respetar, y sabiendo que «no siempre son interlocutores fáciles».
«En esa conversación con Rusia, es capital no solo estar unidos, sino mantenernos firmes dentro del elenco de flexibilidad», ha añadido Ribera, que ha destacado el papel del país en el suministro de gas a Europa.
Aun así, ha descartado problemas de abastecimiento de gas en España por la situación geopolítica, pues el suministro en el país no depende de «un solo gaseoducto, pero no cabe duda de donde sí impacta es en el precio».
En la «altísima» volatilidad del precio de los combustibles fósiles –sobre todo petróleo y gas–, Ribera ve una confirmación adicional de que se debe acelerar la transición energética para no depender de ellos.
Después de la decisión de Bruselas de incluir a las nucleares y el gas como energías “verdes”, para su votación por la UE, Europa se ha dividido en dos bloques opuestos e irreconciliables, uno a favor liderado por Francia y muchos países del este de Europa, y otro liderado por Alemania y diversos países centroeuropeos, amén del nuestro.
La decisión de incluir estas dos energías con la etiqueta de “verdes”, va a ser una de las decisiones energéticas más importantes de la UE, con un significado y una proyección geoestratégicos y económicos de primerísimo orden, amén de tener unas consecuencias a medio y largo plazo absolutamente trascendentes.